Enseñanzas del COVID-19: 5 prácticas para hacer que las organizaciones sean más flexibles en los “nuevos tiempos”

Publicado el 7 Sep 2020, En #comunicaciones #Prevención Coronavirus

Nacional.- Antes de este año, las empresas progresaban lentamente. Pero la flexibilidad impuesta y el trabajo remoto provocados por la pandemia han demostrado que lograr estos objetivos está más cerca de lo que pensamos y es de importancia crítica.

 

El Covid-19 ha demostrado que los roles y las industrias que antes se consideraban inadecuadas para el trabajo flexible pueden adaptarse. Y esta no es simplemente una práctica para apoyar a las mujeres, sino que puede y debe involucrar a todos los colaboradores.

 

El informe de Bain & Company “Flex for success: five practices that build a flexible workforce” recoge las cinco de las mejores y más efectivas prácticas llevadas a cabo por las empresas:

 

Práctica 1: Garantizar que la flexibilidad sea flexible

Esto se logra confiando y dando poder a las personas, directivos y equipos para diseñar y negociar la flexibilidad por sí mismos. Además de promover esto, las empresas con visión de futuro también miden y fomentan la flexibilidad en general, como limitar las barreras institucionales y establecer un proceso de aprobación automatizado que requiere solo un nivel de aprobación.

 

Práctica 2: Vincular la flexibilidad con la estrategia y el cliente

La flexibilidad permite una mayor agilidad en la organización corporativa. Puedes capacitar a los equipos para identificar sus propias formas de lograr los objetivos estratégicos de una empresa. Esta flexibilidad ha demostrado la necesidad de identificar nuevas formas de medir la productividad y el rendimiento, y ha requerido que algunas compañías redefinan la forma en que recompensan y evalúan el desempeño.

 

Práctica 3: Ser modelo de flexibilidad. 

Debido al Covid-19, la promoción y patrocinio de la flexibilidad en las organizaciones se ha movido del ámbito de “las personas y la cultura” (RR.HH. y diversidad e inclusión, por ejemplo) hacia toda la compañía en general. Cuando los directivos hombres y mujeres, los miembros del consejo y los mandos intermedios actúan como modelos a seguir, trabajando con flexibilidad ellos mismos, establecen un importante ejemplo al apoyar la aceptación de una cultura empresarial más amplia. Esta práctica señala que la flexibilidad es posible en todos los niveles y en todos los roles.

 

Práctica 4: Fomentar y permitir la flexibilidad del equipo

Para que las organizaciones sean verdaderamente flexibles, no es suficiente con que se adopten medidas individualmente, sino que los equipos también deben hacerlo. Éstos pueden adoptar la flexibilidad creando sus propias normas y formas de trabajar para apoyar sus objetivos. Qué recomiendan los expertos:

  • Definir normas de reuniones efectivas e inclusivas: A medida que se comienza a regresar al lugar de trabajo, los equipos pueden operar bajo un modelo híbrido, distribuido entre los hogares y los lugares de trabajo y también con diferentes horarios. Por ejemplo: lunes sin reuniones; no tener reuniones durante el almuerzo o antes de las 9 a.m; entrar en horarios diferidos.
  • Pedir comentarios y opiniones sobre la flexibilidad. El equipo directivo tiene la oportunidad de escuchar a sus colaboradores e incluirlos en la configuración de su futuro modelo de trabajo y flexibilidad.

 

Práctica 5: Ayudar a las personas a trabajar de manera flexible, proporcionando un entorno propicio para ello.

Si las personas optaran por trabajar en modalidad home office, las empresas deben asegurarse de que los colaboradores tengan la configuración adecuada de salud y seguridad, cuenten con acceso a la mejor tecnología y herramientas de uso diario. A más largo plazo, los ahorros potenciales derivados de la reducción del espacio de oficinas podrían reinvertirse para ayudar a las personas que trabajan de forma remota. Para otros colaboradores, sin embargo, el entorno del hogar no es propicio para trabajar, por lo que algunas organizaciones están considerando el acceso a espacios de coworking. Dar a las personas la posibilidad de elegir dónde trabajar es un principio importante para garantizar que la flexibilidad sea verdaderamente flexible.

 

Con estas recomendaciones, a medida que las organizaciones salen del modo de crisis y comienzan a planificar la recuperación, tienen una ventana de oportunidad para incorporar permanentemente una flexibilidad mucho mayor y más amplia, no solo trabajando desde casa, sino remodelando el trabajo del futuro con un modelo híbrido en el que los equipos están distribuidos en el hogar y el lugar de trabajo y funcionan de manera flexible en una variedad de formas.

 

Fuente: Bain & Company