Desafíos para el 2026: fortalecer la seguridad en un nuevo escenario
Nacional.- El año 2026 comienza en un escenario decisivo para la industria de la seguridad privada en Chile. La entrada en vigor de la Ley N° 21.659, el pasado 28 de noviembre, marca un cambio estructural que redefine responsabilidades, estándares técnicos y la forma en que las organizaciones deberán operar sus sistemas de protección.
La nueva legislación establece un marco orgánico unificado para un sector que ha crecido velozmente en la última década y que hoy desempeña un rol complementario esencial dentro del ecosistema de seguridad pública del país.
¿Qué cambia para nuestra industria y por qué es relevante para nosotros?

La ley introduce un nuevo enfoque para la seguridad privada, ahora entendida como una actividad preventiva y coadyuvante que protege personas, bienes y procesos productivos. Esto viene acompañado de exigencias concretas:
- Capacitación formal y permanente: Los guardias y vigilantes deberán cumplir programas oficiales en temas como manejo de crisis, derechos humanos, protocolos legales y uso de equipamiento. Este estándar obligatorio refuerza la profesionalización del sector y uniforma criterios operativos en todo Chile.
- Supervisión y trazabilidad digital: Los registros manuales ya no bastan. La ley exige trazabilidad auditable de rondas, turnos, incidentes y reportes. Esto fortalece la transparencia y permite mejorar la toma de decisiones en tiempo real. Aquí tenemos una enorme oportunidad con nuestro sistema Vision.
- Nuevas responsabilidades compartidas: Las empresas, instituciones y comunidades catalogadas de riesgo medio o alto deberán certificar sus medidas de seguridad y trabajar solo con proveedores acreditados. La responsabilidad se comparte entre mandante y proveedor, lo que impulsa estándares más rigurosos en toda la cadena operativa.
- Uso obligatorio de bodycams en ciertos roles: Para funciones que incluyen el porte de dispositivos no letales, las grabaciones deberán cumplir criterios de resguardo, protección de datos y disponibilidad como evidencia, elevando las exigencias tecnológicas del sector.
Estos cambios requieren adaptación, inversión y actualización constante. Pero también abren una oportunidad: consolidar la seguridad privada como una profesión más robusta, moderna y confiable.

Nuestro rol en este nuevo escenario
El recién publicado Informe Global de Perspectivas Tecnológicas 2026 de Securitas Technology confirma que la seguridad está entrando en una nueva etapa de sofisticación tecnológica. El reporte identifica tres tendencias centrales para el año:

- Avance acelerado de la inteligencia artificial, incluyendo la adopción creciente de IA generativa para búsquedas en lenguaje natural, comprensión contextual y automatización de tareas.
- Migración masiva hacia soluciones en la nube, que ya se posicionan como estándar para una gestión centralizada, escalable y eficiente.
- Expansión del uso de sensores avanzados, que permiten monitorear más variables para mejorar la eficiencia, la experiencia de usuarios y el cumplimiento normativo.
Estas conclusiones, basadas en datos de clientes en 17 países y expertos internacionales, refuerzan la necesidad de avanzar hacia una seguridad más integrada, inteligente y basada en datos para mejorar decisiones y anticiparnos a los riesgos.
Mirando hacia adelante
Con un nuevo marco legal en Chile y un entorno tecnológico global en evolución, el nuevo año que comienza nos presenta desafíos importantes, pero también grandes oportunidades: cada innovación, cada capacitación y cada mejora en nuestros procesos es un paso más para seguir ayudando a hacer de este mundo un lugar más seguro.