Debate sin discutir en tu trabajo: 4 soluciones prácticas para combatir el pensamiento literal

Publicado el 22 Jul 2022, En #comunicaciones

Nacional.- ¿Te ha pasado que comentas algo entre tus pares e, inmediatamente, tu comentario es descuartizado e interpretado tan literalmente que se pierde la intención, el sentido del humor e incluso lo más importante del tema que quisiste compartir? 

 

El pensamiento literal ocurre cuando las personas aceptan sólo el significado palabra por palabra y al pie de la letra de lo que escuchan o leen.

 

La literalidad llevada al extremo es fatal para la comunicación: las personas “literales” no soportan un matiz de pensamiento, metáfora, analogía o visión que no coincidan con su opinión. Así, la estrechez mental se traduce en actitudes reactivas e intolerantes. 

 

¿Por qué es un problema ser demasiado literal?

 

La comunicación humana no puede ser lineal porque tiene una rica estructura. Lo que se dice se complementa con el análisis, la metáfora, la analogía, el pensamiento lateral, el sentido figurado y la interpretación empática.

 

Claramente, también hay situaciones que necesitan ser encaradas con literalidad, es decir, ser explícito, preciso y agudo. Ahora bien: si siempre eres literal, es señal de que tu flexibilidad mental y capacidad intelectual son limitadas. Y eso te hace un/a líder tóxico/a.

 

Para cambiar el modelo mental y no ‘morir’ de literalidad, tienes que estimular el hemisferio derecho y desarrollar tus habilidades ‘blandas’ como la empatía, la sensibilidad, las emociones, la contemplación, la creatividad, la innovación y el pensamiento metafórico.

 

¿Cómo lograrlo? Aquí tienes 4 soluciones efectivas para combatir la literalidad

 

#1 Evita reaccionar en automático ante ideas que te chocan

 

Sin que esto signifique que vas a traicionar tus principios, puedes preguntarte: ¿qué está queriendo expresar esta persona/idea que escucho, leo o percibo?, ¿qué parte mía quiere reaccionar? ¿Por qué y para qué reaccionaría?

 

Este simple acto te lleva directo al pensamiento crítico para analizar mejor lo que sucede y elegir cómo proceder.

 

#2 Lee mucho, especialmente novelas, y anímate a debatir en vez de discutir

 

Las novelas son una fuente inagotable de recursos metafóricos, analogías, riqueza de lenguaje conceptual y distintos recursos que irás incorporando para ampliar tu diccionario racional y emocional.

 

En cuanto al debate, siempre es enriquecedor conectar con otros que piensen distinto. Se requiere valor para considerar los puntos de vista que no son propios, elegir cuáles aceptar o incluso incorporar a tu caja de herramientas comunicacionales. 

 

#3 Evita calificar todo como correcto o incorrecto

 

Alguien con pensamiento literal suele hacer juicios y emitir sentencias rápidamente porque todo lo que no puede resignificar en milésimas de segundo en su esquema mental prevalente le resulta disruptivo, les produce ruido interno y por eso lo rechaza. 

 

Al evitar las calificaciones, opiniones o refutar absolutamente todo lo que no entra en tu modelo mental basado en la literalidad, te ayudará a entender cómo piensan, hablan o actúan los demás.

 

#4 Anímate a salir del modo analógico

 

Ten en cuenta que el cerebro procesa la información en forma analógica: es una estructura de experiencias que se conectan con los conocimientos que incorporaste. El desafío es generar mejores conexiones -neuronales y humanas- que te permitan salir de tu esquema habitual de pensamiento al enriquecerte con las visiones ajenas.

 

Fuente: El Cronista